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La leyenda del cristo de las mieles

 en Historia de Sevilla

El Cristo de las Mieles, es una de las imágenes mas desconocidas de la ciudad, y que mas interés despierta, no solo por su leyenda e historia, sino por el lugar donde se encuentra situado.

Se acerca el mes de noviembre, y uno de los lugares mas visitados de Sevilla, es el Cementerio de San Fernando. En la glorieta principal que marca todo el eje urbanístico del mismo, se encuentra un cristo crucificado realizado en bronce por el escultor Antonio Susillo.

Susillo nacería en 1857 en la casa numero 55 de la Alameda de Hércules, ya desde muy pequeño comenzó su afición por dibujar o hacer pequeñas esculturas, con el barro que cogía de la misma alameda.  Cuando apenas tenia 7 años, cierto día paso por delante de la puerta de su casa, la duquesa de Montpensier, quien sorprendida de ver a un niño tan pequeño modelar esas figuras con cierta calidad artística, decidió costearle sus primeros estudios en bellas artes.

 

Antonio Susillo

Con poco mas de 20 años ya era un maestro de estatuas en Europa, como las que realiza al Zar Nicolas II de Rusia, en Sevilla realizaría la galería de ilustres sevillanos del palacio de San Telmo, el Daoiz de la plaza de la Gavidia, el Velázquez de la plaza del Duque o las manos de la virgen de la Amargura. Su última obra es un cristo crucificado que posteriormente sería colocado en el cementerio.

Susillo se casa en segundas nupcias con una mujer que nada tenia que ver con la primera, un matrimonio por interés económico, que le llevo prácticamente a la ruina. El 22 de Diciembre de 1896, Antonio que tenia 39 años, cansado de esta situación en la que su vida había quedado sumergida, en un arrebato, decide quitarse la vida,coge un arma que tenia desde sus viajes por Europa, se dirige hacia las vías del tren de san Jerónimo, se sienta en unas traviesas de madera que estaban junto a la vía,  metiéndose el cañón de la pistola debajo de la barba dispara y se quita la vida.

Cuenta la leyenda que el primer verano, tras ser colocado el cristo en el lugar que ocupa en la actualidad, los trabajadores del cementerio y las personas que acudían al lugar, se asombraron al ver como un liquido viscoso caía de las comisuras de los labios del cristo, llegándose a pensar incluso que lo que estaban presenciando se trataba de un milagro. La sorpresa fue que cuando se aproximaron a la boca del cristo, que la tiene un tanto entreabierta, encontraron un panal de abejas, y el liquido que se desprendía era miel, que se estaba derritiendo debido a la calor estival que Sevilla sufre cada verano. Desde ese momento se le conoce como el cristo de las mieles.

Detalle del cristo de las Mieles

Como curiosidad habría que añadir, que 117 años después de que sus discípulos inmortalizaran el rostro de Susillo, en una mascarilla, esta fue donada a la hermandad de la amargura, donde se conservan cerca de las manos que tallo, tras el incendio sufrido en el paso de palio en 1893 que a punto estuvo de destruir la imagen.

 

Mascarilla de A. Susillo

 

 

 

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